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- 56- La inteligencia que crece y se afirma con el cul– tivo educativo, se debilita si se la ab1ndona en el terreno estéril ele la inercia y ele la ignorancia. Más vale una cabeza educada que cien brazos. El valor intelectual de un hombre va aumentan– do con la suma de sus conocimientos. En este cultivo primero se necesita trabajo para recoger el material, fuerza para elaborar todo el ma– terial recogido; después se requiere disponerlo con orden para poder manejar fácilmente ese material. Cada ciencia nueva que se aprende es una llave que abre nuevos mundos, que descubre nuevas regiones, que nos enriquece con nuevas fuerzas y nuevas posibilidades. La voluntad es el segundo valor humano. Aca– so podría llamarse el primero. La voluntad es el todo. Es a un tiempo motor y timón, impulsa y rige ... Lo feo y lo hermoso p0drán ser cosas conven– cionales. Lo malo y lo bueno no ... La paz y la guerra dependen de la voluntad de un hombre. Aún la fé con ser don ele la gracia depende más de la voluntad que de la inteligencia. Sólo van bien los limpios de corazón. De la voluntad dependen los hechos. Los hechos son el eterno lenguaje de Dios; las opiniones el efímero lenguaje de los hombres. · El alma del hombre es transparente como el agua mientras no se revuelve el fondo del corazón.