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- 508 - pueda precaverse del daño. No es raro ver que se trata con candor y sencillez a una persona, la cual de lo que se le confía hace armas para herir por la espalda; en estos casos no basta señalar el peligro, es preciso determinar la persona enemiga. Esto es justicia, caridad, amistad y civiiidad. Di– fícil es a veces distinguir cuándo debe revelarse o si será prudente el hacerlo ... y ved ahí en funciones el tacto social para no malquistar unas personas con otras con revelaciones imprudentes. Débense apreciar con tacto hechos y circuns– tancias. 7.ª · El que no sabe guardar un secreto no es apto para ningún asunto de importancia. Podrá provenir su infracción no de deslealtad, pero siem– pre supone ligereza de carácter y vulgaridad de sentimientos. Por tanto, adviértase que hay secretos confiados y secretos naturales, en cuya apreciación entra el tacto y la delicadeza. Si alguna vez con grave urgencia es preciso revelar un secreto, debe rodearse la revelación de las garantías y cautelas debidas. Sin embargo,es vulgar imponer secreto sobre co– sas que no merecen la pena; y sin graves motivos no debemos ser indiscretos en comunicar a otros, secretos que únicamente a nosotros nos conciernen. En las Comunidades religiosas debe reinar cor– dialidad, pero también debe tenerse un armario en cada corazón, con la llave en las manos de la prudencia.
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