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- 007 - desafecta. Al que sufre una desgracia no se le hacen consideraciones que aumenten su alarma ... No debemos rechazar bruscamente los elogios que se nos tributen, porque apareceremos desagradeci– dos e inciviles, pero tampoco aceptarlos sin con– tradicción, como un homenaje que se nos debe, etcétera, etc. ·4. ª Es falsa modestia empeñarnos en que nos creemos enteramente destituídos del mérito que se nos concede y realmente poseemos. El insistir demasiado en la negativa es como dar a entender que deseamos se nos lisonjee toda– vía más haciendo hincapié en el asunto. 5.ª Adviértase que el tacto social no consiste en dejar pasar todo sin poner a nada correctivo, ni en buscar en todo y por todo complacer a los que tratamos. No todo lo que se hace por complacerlos se puede hacer, ni todo lo que se puede se debe hacer. La cursilería no es tacto social. La sociedad tiene derecho a que no se la obli– gue a oir sandeces ni los desahogos de la vil detrac– ción. Pero si la ofensa es personal, opongamos una imperturbabilidad estoica, no dándonos por alu– didos. 6.ª Cuando sea preciso comunicar a una per– sona lo que contra ella se ha dicho, debe ocultarse el nombre de aquella que lo ha revelado; empero, tratándose de un enemigo que puede dañar a un amigo nuestro, o de un traidor que lo engaña, etc. se debe formular el nombre para que nuestro amigo

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