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- 501 - sea preciso, y el superior debe estar completamen– te expedito para recibir a los convidados a la hora señalada. Es muy impolítico que a la hora de comer tenga que andarse entrando y saiiendo, oyendo consultas relativas a la comida y dando disposiciones a los sirvientes; esto es hacer ver a los convidados que el obsequio que se les hace cuesta demasiados afa– nes. Es preferible que los criados cometan una tor– peza que dar lugar a esas consultas a tales horas. Se ha de dejar en libertad a los sirvientes y no hacer– les advertencias ni señas cuando el Superior note faltas en el servicio. Si algo de eso es preciso hacer, es necesario no demostrar ni inquietud ni fatiga, para que los invitados no se crean causantes de tales molestias. Aunque los sirvientes deben ocuparse en servir la sopa antes de llamar a comer, es corriente pasar la sopera para que cada cual se sirva. La profusión de platos no es ~aciana! ni elegan– te. Cada cubierto no ha de constar más que de un plato, cuchillo y tenedor. Si se sirven ostras se aña– dirá otro especial para este objeto; las copas corres– pondientes para cada vino según clase y la de agua. Entre un convidado y otro se colocan botellas de agua y vino. De trecho en trecho, pequeños saleros, provistos de tapadera y cucharilla. Las vinagreras, portacuchillos, palilleros, cestas de pan, etc., quedan suprimidos en toda mesa ele– gante, pero se usan eFJ mesas familiares.