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- 485 - Es ridículo poner urgente en el sobre, pero en caso de requerirse urgencia, precisa entregar la car– ta a mano en las ,oficinas y abonar .el sobre-porte de 20 céntimos en un sello especial el remitente y pagar el destinatario 15 céntimos por derechos de distribución. (R. D. 25 mayo 1905). Reglas Las reglas de una verdadera y prudente corres– pondencia son: a) no comprometerse a sí mismo; b) no comprometer a otros; e) no expresar con– ceptos a sentimientos capaces de producir enemis– tades o sinsabores; d) no confiar fácilmente secre– tos al papel. Las condiciones de una carta son; a) estilo familiar, no desaliñado; b) construcción exacta, expresiones propias, pensamientos justos, nada de embrollos; e) brevedad en las que se escriben a per:oonas ocupadas en negocios; d) con las perso– nas queridas nunca una carta es demasiado larga. La cortesía epistolar reclama medir el respeto por el tamaño del papel, siquiera sea esto una ton– tería. Asimismo reclama que al encabezar una epís– tola se haga tanto más lejos del margen cuanto es más distinguida la persona a quien se dirige. El vacío intermedio representa en algún modo la dis– tancia entre nosotros y ella y es una visible mues– tra de humildad y modestia. Corno ha de suponerse que el que escribe tiene

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