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Correos. En este punto es fundamental el Regla– mento del 7 de Junio de 1898 con las reformas in– troducidas por Ley de Junio de 1909. Cartas En el asunto de •correspondencia, ceñimos el pensamiento a las cartas o correspondencia epis– tolar. En el mundo literario han dado las cartas un margen elocuente de erudicción y habilidad. Se conocen las cartas o Epístolas de Cicerón, recogidas por un fiel bibliotecé\rio,. Tirón. «Las cartas persianas, de Montesquieu, que aparecieron en I721. sin nombre del autor y de las que dijo Vi– llemain, que constituyen « el más profundo de los libros frívolos». Las cartas sobre Inglaterra, de Voltaire, primera revelación del autor, como filósofo, conocido ya como poeta. Las cartas de Atticus, del protestante lord Titz Villiam, en las que se expone •que 00 es posible formar un Gobierno estable y ventajoso, si no está basado en la Religión católica y romana.» Las cartas de piedad y dirección del eximio Bosuet, publicadas en 1746 y reeditadas con el título de <Lettres spirituelles, con que fueron favo– recidas M.m Cornuau, M.m Albert de Luynes, M.m de La Maisonfort, etc.