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467 .. Duración de· la visita Téngase éri, cuenta la duración de las visitas para no aburrir en ellas. Las de ceremonia no deben pasa( de diez a quince minutos. Las de amistad pueden durar mucho más, hasta dos horas. Las de ofrecimiento y felicitación, un término medio . . Sin embargo, las reglas para el caso son las circunstancias particulares que acompañan al acto y, sobre todo, la prudencia y el buen juicio del visitante. Las visitas en casa de enfermos y de sentimiento deben tener la nota de cartas y aun reducirse a de~ jar tarjeta según la gravedad del caso. Entendemos que la asistencia, en dichos casos, de personas de íntima amistad y com9 de casa, no entra en esta regla. Si al estar de visita llega un huesped, nos reti– raremos pasadqs breves instantes. Si al entrar·dE visita observamos que las perso– nas que conversaban traían entre manos algún asunto de que no se nos quieren enterar, busquemos un pretexto racional para dejar la visita, a no ser que el amo de la casa nos diga francamente que no se trataba de ningún asunto para nosotros re– servado. Sidurante la visita recibiese alguna correspon- 31