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- 464 - pero imponen el deber de reciprocidad en el mis– mo caso. Las personas de avanzada edad o de un ele– vado carácter no están obligados a pagar las visitas que reciben de jóven~s o de personas sin posición ·social definida. Las visitas de duelo no son permitidas a las personas de etiqueta o de no absoluta inti– midad. Las de pésame se hacen pasados los ocho días, generalmente. Las de ceremonia son actos de rigurosa etique– ta y tienen por objeto cumplimentar a personali– dé:des de carácter público, y se hacen, verbigracia, al encargado del poder supremo del Estado, a los Obispos y demás Prelados, a la primera Autoridad Civil en todo lugar en que no reside el Jefe del Es– tado, a la primera Autoridad Eclesiástica en los lu· gares en que no reside el Prelado. A estas visitas_ sólo están obligados, respecti– vamente, el clero y los empleados civiles y perso– nas de elevado carácter. Debe hacerse esta visita al Prelado en la fe– cha de su exaltación a la dignidad de que es in– vestido, en la inauguración o muerte de un Pon– tífice y en aquellas ocasiones en que ocurre un grande acontecimiento próspero o adverso para la Iglesia. · Es preciso buscar la oportunidad en las visitas para no incurrir en renuncios y deslucirnos.