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- 457 - Cuando, caminando con un amigo, nos encon– tremos con otro que no lo sea de éste, ábstengá– monos de contestarle en tono de confianza, aunque así lo acostumbremos en otras ocasiones. Todos los movimientos de cortesía se han de hacer con la mano derecha generalmente. Cuando alguna persona, se_a señora o caballero r_espetable, nos manifieste deseos de h::iblar, no nos permitiremos que se detenga, sino que continuare– mos marchando en la dirección que llevaba; hasta la esquina inmediata. En el caso de que nos ocurra tener que hablar nosotros, ~l llegar a la esquina inmediata adelanta– remos la despedida. En casa En las casas religiosas existe también costumbre de saludarse mutuamente, sobre todo cuando algún miembro de la Comunidad llega de fuera. - Es costumbre en algunos conventos pregun– tarse por la mañana cómo se ha pasado la noche. No encontramos absoluta necesidad de esto entre gentes de familia que viven bajo un mismo techo. Sin embargo, debe hacerse con los enfermos y los ancianos, cuyos sufrimientos o méritos les hacen acreedores a este saludo. Es feo vicio de inurbanidad dejar de saludar al -que viene de fuera, habiendo permanecido por al– gunos días lejos de la casa o convento, sobre todo
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