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- 446 - La persona que entra en una conversación debe contribuir con el caudal de sus ideas y frases al disfrute general. Una persona que calla inspira desconfianza, « porque se desconfía de todo lo que no se conoce». Mas la taciturnidad puede convenir, o de excesiva desconfianza de sí mismo o del temor de ser mal interpretado por la prevenc.ión con que se nos mira. Es calidad que se encuentra a veces en las personas de ,carácter pacífico y amable que desean evitar todo encuentro o todo motivo de disgusto. Cuando proviene de falta de educación y de práctica es una debilidad que merece indulgencia, aunque perjudique a la sociedad en que vive, pri– vándola de ideas útiles. Sin embargo, esta desconfianza debe des– aparecer. Hay quienes son misteriosos; que dicen una cosa y luego truncan el discurso con aire de im– portancia o de arcano. Esta conducta es censurable: primero, porque excita una curiosidad que no puede ser satisfecha, y segundo, porque hace suponer a los oyentes, o que son incapaces de silencio o capaces de ser traidores. Ecuanimidad También hay espíritus tan irritables y quisqui– llosos, que fácilmente se molestan por una palabra o mirada que no han comprendido o que no saben

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