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- 29 - La ternura puede ser obra del sentimiento o de la sensibilidad. Si procede del sentimiento es permanente; si de la sensibilidad es pasajera. < 1) La ternura sensible no es adorno de la -caridad. La ternura sentida es el aroma de esa rica flor del alma. Las expresiones de ternura que proceden de la caridad son un tesoro de bien para el prójimo, Los grandes apóstoles y los grandes santos es– tuvieron llenos de esta cualidad. (1) No es lo mismo excitación puramente física o fisiológica que sensación. Debe cuidadosamente distinguirse la percepción sensitiva del movi– miento local, y la acción vital e inmanente, de la mecánica transitiva del.a materia. La materia es incapaz de sentir. No intentamos resolver el problema de si la sensación es integralmente extensa y divisible o si es una operación exclusivamente del alma y por ende simple e indivisible. Nos basta constatar que aun siendo uno mismo el sujeto que siente, que se percibe sintiendo y juzga de las sensaciones, es preciso diferenciar la sensibilidad del sentimiento. La filosofía del Dr. D. Francisco Llorens y Barba reduce los hechos o fenómenos _afectivos a dos clases: sensaciones y sentimientos, y se dis– tinguen no sólo en cualidad sino también por sus antecedentes. El ante– cedente de la sensación es una impresión orgánica y el del sentimiento un hecho de conciencia. Ambos fenómenos son armónicos; pero la sensación se localiza, viene acompañada de una referencia a la parte del organismo que se halla afec– tada o impresionada. El sentimiento, en cambio, es un fenómeno cuya existencia concebirnos en el alma separada del cuerpo, aunque en virtud de la unión del alma y del cuerpo, cuando los sentimientos alcanzan cierta intensidad, producen también efectos orgánicos. Las perturbaciones del sentimiento o de la vida ¡ifectiva se clasifican como las sensoriales en tres grupos caracterizados por las proposiciones hipo, hyper y para. Hipoestesia afectiva, la falta habitual de sentimien– tos. Hyperestesia, exceso de sentimientos. Paraestesia, propio de los que se labran los propios sentimientos, gente rara, atrabiliaria y singular.

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