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- 133 - De suyo el hombre necesita estímulos para obrar. Hay pocos _que por sólo gusto o vocación se sacrifiquen en el estudio u otros trabajos pe– nosos. Haga el Superior cuanto pueda para que su go– bierno sea próspero. Pida humildes súplicas a la Comunidad para poder acertar en empresa de tanta monta. Debe además el que guía atender a las necesi– dades de los que son guiados. No quiera ser tacaño en lo que el religioso haya menester. Con generosidad fíe de Dios y socorra más con largueza que con escrupulosidad. En fin: el Superior que se precie de buen guía debe recordar la frase del filósofo Bonald: « La ima– ginación sólo vé brillo y honor donde ia razón y la Religión sólo ven deberes.,, El guía debe rnirar·atentamente éstos deberes y preceder con el ejemplo a los que preside por oficio. Si les habla del desprecio del mundo sea para despreciarlo él primero. Si de la pobreza, para vivir él abrazado a ella. Si de! sufrimiento, para llevar él la carga ma– yor de penalidades. Si de virtudes, para practicarlas él primero que nadie. Los que tienen en las manos las leyes para guiar a los demás, deben dejarse guiar por la ley. < 1 > (1) Enrique V de Inglaterra antes de la ceremonia de su coronación, dijo a los Grandes que iban a jurar: ,Esperad, antes de que me juréis obe– diencia, quiero jurarla yo a las leyes».