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- 126 - No por él quedar bien, tiene que dejar al súb– dito mal. El celo del padre procura socorrer en todo pe– ligro al hijo. A cada alma confiada a su cuidado debe, el que es superior, defender y amparar con su cayado. No es buen linaje de paternidad buscar siempre defectos en la Comunidad. En los hombres el más perfecto es el menos defectuoso. La perfección cumplida sólo la hallaremos en Dios. Hay superiores, que por serlo, quisieran mo– nopolizar las preferencias. No hay que equivocar ni confundir la autoridad con otras dotes. La autoridad no infunde ni ciencia, ni literatura, ni otras cosas que son del dominio- de la adquisi– ción, o dones de Dios puraniente. Sea amigo de paz y procúrela con todo empeño como er mayor bien de la Comunidad. · ,Hcec tibi erunt artes pacisque imponere morem.,-(Virg. Enerd. VII. 847.) . Toda acusación tenga por sospechos:.i en prin– cipio hasta que se vea la verdad. Observe el Superior todo, disimule mucho, reprenda poco y con éxito. Las amenazas son impolíticas, inurbanas, incul– tas e irreligiosas, a no ser en caso raro, máxime cuando. se hacen por simple desaliogo de algún mal humor, o resabio enfadoso.