BCCCAP00000000000000000000613

- 120 ·- carece de costumbres y usos intachables, y luces y doctrina cabales, no podrá servir para ello. Quien no sabe apreciar los puntos de vista zent;rales que sirven al bien común, no puede valer para gobernar. Es fácil ordenar y mandar, pero no lo es tanto el ordenar y mandar con provecho. No es lo mismo mantenerse en el gobierno que gobernar. Es muy llano exigir obediencia, pero no lo es, merecerla. ,. Quien manda por capricho, desedifiql. Quien manda por pasión, sólo puede servir de desedificación. La autoridad que gobierna debe mirar en los hombres a los hombres sin empeñarse en que sean ángeles. La habilidad del que gobierna no consiste en sofocar todo mal con celo y poderío, sino princi– palmente en sacar todo el partido posible del bien que está junto al. mal... Hay superiores que miran su parecer como una infalibilidad; pero nada hay más fácil que un error en un hombre de autoridad. Más se parecen a los profetas antiguos que a los mártires cristianos. San Gregorio dice e11 sus Morales: Potestas culminis tempestas mentís. El buen superior debe obrar sin pasión, con amor y por obligación.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz