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70 POR QUÉ PAPECES les ha encomendado. La previsión, es decir, la mirada al porvenir, es una cualidad divina de que Dios ha hecho partícipe al hom– bre, y quiere que la ejercite, aplicándola no solo a la vida moral, sino a la vida material también. *** Pero ¿es que tu preocupación llega a ser una zozo• bra, una verqadera ansiedad que te roba la tranquili– dad del aln1a y te hace padecer? Pues eso, hermano mío, no me atreveré a decirte que sea un pecado, pero si que es una imperfección que desagrada Ji Dios, y de la cual debes corregirte. Dios es un padre amorosísimo que se cuida solícita– mente de nosotros, y es, no solo una impertinencia, si– no una verdadera injuria a su bondad el vivir como vi– ven algunas personas en una perpetua angustia, como si fueran huérfanos o hijos abandonados por sus padres y expuestos en el campo a todas las inclemencias de la atmósfera. · Tenemos, hermano mio, un Padre que está en los cielos. Y, had~ndo aquí un paréntesis glorioso, voy a afía– dir algo más, y es que, no solamente tenemos un Pa• dre que está en los cielos, sino además tenemos una Madre que también está en los cielos, la santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra.

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