BCCCAP00000000000000000000612

POR QUÉ PADECES 59 El consejo es el siguiente: jamás busques ni pre– tendas la gratitud humana al hacer beneficios a los demás; lo primero, porque ese efecto, aunque legítimo, es pequeño par.'i un corazón, y lo segundo, porque mu– chas, muchísimas veces han de salir fallidas tus pre– tensiones. ¿Eres el director de la. vida moral de un pueblo, y te ves querido, idolatrado por él? Pues yo te felicito por ello; y bien legítima será tu satisfacción si la sien– tes (que sin duda la sentirás); pero como el que acier– ta ciento y yerra en una, es como si no hubiera acertado ninguna, prepárate para el día en que co– metas ese yerro, aunque no sea muy grave, porque es posible y probable que d pueblo que ahora te ama y te bendice se convier.ta en tu enemigo, y ponga los me– dios para alejarte de sí. ¿Te dedicas a la instrucción religiosa de los niños, y disfrutas mucho al sentirte amado y aplaudido por ellos? Pues hazlo por Dios, hermano mío, porque f~cil será, si resides en población de importancia, que algu• no o algunos de esos tus pequeños discípulos, y ma– yores, te hagan objeto algún día de sus insultos y has– ta de su persecución. ¿Recorres, como ángel de caridad, las salas del santo hospital o del refugio de ancianos, para hacer allí el papel de padre o de madre de todos ellos? ¡Sublime ejercicio, que te proporcionará c0nsuelos indecibles! · Pero vive dispuesto a encontrar tambien en esos asilos

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz