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PoR QUÉ PADECES 45 vu Me ha sido infiel un amigo Y esto, hermano mío, .. te ha llegado al alma, porq\.te el desamor y la infidelidad han choc¡¡do violentamente con tus ilusiones y tus esperanzas, produciendo ese choque en tí, primero sorpresa grande, y después un dolor singular, que te aflige profundamente. Todo eso es inuy natural; es natural la amistad, natural el gozo que nace de ella, y natural la pena cuando esa amistad se rompe, dejándonos en soledad. Porque es muy intensa esa inclinación que todos sentimos a amar, y quiza más todavía a ser amados, Mil veces he sido testigo de esfa escena, que sin duda tú habrás observado también. Está un niño de pocos meses llorando en los brazos de su madre. El sonido de su llanto es ordinario; pare– ce que Ilota por llorar, por hacer algo, digámoslo así, Por fin su niadre, cansada de oir aquel ruido que ya le molesta, da a su pequeño un grito de desprecio y reprensión, y ¡cosa admirable! el nifío que todavía ho conoce a su madre, que ni le sonríe siquiera, cambiá instantáneamente de tono en su llanto, y empieza a llorar de un modo nuevo, con acento amatguísimo: