BCCCAP00000000000000000000612

POR QUÉ PADECES 103 ces de elevar el corazón más abatido y de enjugar to– das las lágrimas. El muerto vive,- vive y te espera en aquella patria. feliz, donde reanudaréis los dos esas conversaciones íntimas y duldsimas del hogar doméstico, realzadas y sublimadas porta visión beatífica. Esta es la verdad para todos, y también lo será pa– . ra ti, si tú lo quieres. . Levanta, pues, tus ojos hacia ese hermoso cielo azul ,y dí, lleno de confianza: «Allí están mi padre y mi ma– .dre, mi hermano, mi esposo y mi hijo; y espero en Dios que pronto los he de ver, para no separarme de ellos jamás.» Y pensando en esto, alégrate en v~z de llorar.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz