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PoR QUÉ PADECES 101 vida.ble, por el cual, sin embargo estás sollozando, co– mo si os hubiera sucedido a los dos una gran desgracia? . Dios todo lo hace bien'. Si sabrás tu amar a nadie, ni a tí mismo siquiera, más ni mejor que el que ha muerto por todos! .. Sufre, pues, tu dolor con serenidad y resignación cristianas. Imita en esto a la Santísima Virgen María, que, cuando su Hijo Jesús agonizaba, ella estaba al pie de la cruz. ¡Stabatl Palabra latina que significa literalmente estar de pie, en esa actitud corporal que nadie puede soportar en los grandes dolores del espíritu, si no. se halla revestido de gran fortaleza de ánimo. ¡Stabat! ¡Qué capítulo de comentarios encierra esa sola palabra, y que apología tan completa contiene de la fe, de la esperanza; del amor y de la paciencia de la Virgen María! Me dirás que ella era Madre :ie Dios, y sublime, por consiguiente, ante las situaciones más trágicas de la vida. Es cierto. Pero también sus dolores eran como de Madre de Dios,- porque el mismo Dios hecho hombre era el que moría ante sus ojos. Pero sabía que esa era la voluntad divina, y estaba cierta además de que su Hijo había de resucitar y es– tos dos pensamientos fundamentales eran las columnas de su resignación perfecta. Reina de los mártires la llamamos, y lo es en rea-

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