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- 87- naventura (r), en el precio y en el color del hábito; pero se deja a la discreción de los Superiores mayores y del Padre Guardián determinar concretamente cuá– les son las vestiduras viles 1(2). Respecto al color, ya en nuestra Orden está deter– minado que el propio de nuestro hábito es el casta– ño (3) ; pero aún no han determinado los Superiores, ni es fácil hacerlo, hablando en general, qué se en– tiende por vestiduras viles si atendemos al precio : Lo que sí puede afirmarse hoy en día, hablando también en general, es que la lana no se considera como de poco precio ; aunque por razón del tejido sí pueden ser los paños bastos y burdos. ccToda la ropa que concede la Regla a los Frailes Me– nores puede ser de lienzo, o de sayal, o de otra mate– ria vil, por cuanto la de que han de ser no la determi– nó Nuestro P11dre San Francisco en la Reglan (4}. Hemos de evitar Do ridículo. 120. Nuestros hábitos, dice el Papa Martín V (5), no han de ser tan preciosos que con razón se nos pue– da echar en cara curiosidad o vanidad ; pero tampoco han de ser tan viles y groseros que produzcan cierto horror y desprecio en los que nos ven. También debemos estar en guardia contra una espe– cie de superstición religiosa por la que, con el pretex– to de pobreza y de vileza de los hábitos, se procuran paños mal tejidos sin caer en la cuenta de que, a las largas, estos paños resultan mucho más costosos porque se rompen más pronto, sufriendo, además, los frailes ' muchas incomodidades innecesarias :• No hay motivo ninguno para temer trasgresiones de ·la Regla usando (1) San Buenaventura: "In c. II Regulae". (2) Const. Exivi. (3) Orden. n. 40. (4) P. Murcia, cap. XIX sobre el II de la Regla. (5) Const. Cum genera/e, 6 de junio de I 4 3o.
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