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-57- nido antes el consentimiento de su Definitorio en vo– tación secreta {Orden. n8). Si fa. ley civil no reconoce esta renuncia, hágase la canónica como viene practicándose, la cual obliga en conciencia desde e] momento de la profesión : Si más tarde se puede legalizar, legalícese; pero sin mu– dar nada sustancial (r). Párrafo 2.º-Hábito de los novicios. 52. Comenzando el noviciado con la toma de há– bito (2), precísase conocer cuál es el hábito propio de los novicios. ,El de los de nuestra Orden lo determi– na la misma Regla, diciendo : <<Después les conce– dan los paños de la probación, esto es : dos túnicas sin e1 capucho, la cuerda y los paños menores, y el caparón hasta la cintura.>> La cuerda puede ser de lana, cáñamo, esparto, etc. ; los paños menores pue– den ser también de lino, según opinión unánime de todos los expositores (3). El capucho no está cosido con la túnica, como lo está en la túnica de los profesos ; pero sí lo está con el caparón, especie de muceta que cubre los hom– bros y gran parte del pecho y espaldas. Con este vestido, propio de los rústicos del siglo XIII, quiere San Francisco recordar a sus novicios la pobreza y la humildad del estado que abrazaron. Por una causa razonable, por ejemplo, tratándose de personas nobles a quienes sería muy vergonzoso llevar el caparón, pueden los Padres Provinciales, y sólo ellos, dispensar de llevarle (4). 53. «Con este hábito ha de hacerse todo el no– viciado, a menos que circunstancias especiales de los lugares exigiesen otra cosan (5). Síguese de esto que (r) Cfr. Buls, n. 74. (2) C. 553. (3) Buls, n. 76. (4) P. Policio, al cap. 2.. n. 69. (5) C. 55 7
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