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- 34- gencia debe cada uno de nosotros amar y cuidar a su hermano espiritual? CrecieJ:ldo, pues, en el espíritu de la Regla, que es el mismo espíritu del santo Evangelio, es cierto que llegaremos a la perfección que Dios pide de nosotros. ¿ Estamos obligados a ser perfectos? 2 r. No estamos obligados a ser perfectos ; pero sí lo estamos a caminar a la perfección: ,Esta obligación, según la opinión comunísima de los doctores, no es distinta de la obligación que tenemos de guardar la Regla y los votos (r). Hoy parece ya cuestión indiscu– tible en virtud del Derecho Canónico (2), que dice : «Todos y cada u,no de los religiosos Superiores, y súb– ditos, deben con fidelidad y exactitud observar los vo– tos, y las Reglas y las Constituciones del propio insti– tuto y así caminar a la perfección de su estado.» ¿ Cuándo faltaremos gra'Vemente a esta obligaci6n? 22. Faltan gravemente a esta obligación los que viven completamente olvidados de ella; los que suelen con frecuencia quebrantar los votos en materia grave ; los que por desprecio formal traspasen la Regla y las Constituciones, aun cuando sólo obliguen bajo leve o no obliguen a pecado alguno (3). ¿ Cuándo habrá des– precio formal? c<No se llama menosprecio ni de los preceptos divinos ni de la Regla cuando uno peca, o por malicia, o por mala costumbre, o por otra causa, sino que, para que sea menosprecio formal, se requie– re que uno quebrante el precepto porque lo es, o por– que no se quiere sujetar a él, o al Superior» (4). Si, ( r) P. Murcia: Cuest. 3.ª sobre el I de la Regla.-Coro- nata, I, n. 607.-Cfr. Appeltern, quaestio 146. (2) c. 593. (3) Es doctrina de todos los moralistas. (4) P. Murcia: Cuest. 4.• sobre el cap. I de la Regla, nú– mero r r.-Buls. n. 499.
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