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- 20 - gla y forma de vida celestial que escribió el ex1m10 confesor de Cristo, San Francisco, y con sus palabras y ejemplos enseñó a guardarla a sus hijosn (r). San Vicente Ferrer asegura que el Fraile 1YI:enor ob– servante de su Regla es santo, y puede, a su muerte, ser canonizado (2). El mismo seráfico Padre dice que la Regla ((es libro de la vida, esperanza de salvación, arras de la gloria, medula del Evangelio, camino de la cruz, estado de perfección, llave del paraíso y ¡:;acto de eterna alian– zan (3). ARTICULO 2. 0 CONOCIMiltNTO Y EXPOSICIÓN DE LA RiiGLA 5. La observancia literal de la Regla exige que las palabras se entiendan en el mismo. sentido que, al pronunciarlas, tuvo el Legislador, no según la corteza o en sentido material, que es el que mata : De ahí la necesidad de acudir a las fuentes del sentir verdadero de Nuestro Padre, o sea a las exposiciones primitivas de la RPgla y a las declaraciones de los Sumos Pontí– fices. Y con esto contestada queda la pregunta de si es lícito exponer o ((glosar» la Regla. Nunca fué in– tención del Seráfico Padro prohibir las interpretacio– nes que se ajusten al espíritu de la ley, sino sólo las forzadas e irracionales contra el verdadero sentido de la misma (4). En los siglos medioevales la palabra «glosan era entre el vulgo sinónima de «falsificación de la doctri– nan, a causa de las muchas argucias y sofismas con que frecuentemente los juristas interpretaban las leyes: (1) Const. "Exivi", pról. n. 1. (2) Sermón de San Francisco. (3) Laudes Regulae, Horoy, n. 1-2. (4) Cfr. P. Torrecilla: "Suma", t. I, pág. 134.

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