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- 215 -- Perse-verancia final. 343. Pero no basta comenzar el buen camino, como tampoco basta haber comenzado una carrera literaria, para juzgarse ya por eso perfecto ; es preciso conti– nuar y terminar ese camino empezado, porque no al que empi~za, sino al que termina está prometida la recompensa. Por eso nos exhorta el Seráfico Padre a la perseverancia, diciendo: <<Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.)> RESUMEN 344. En este capítulo X se contienen dos precep– tos que obligan bajo grave: r. 0 , que los frailes obe– dezcan a sus Ministros en todas las cosas que prome– tieron al Señorr guardar: 2.º, que en donde quiera que estuvieren los frailes, cuando supieren y conocie– ren no poder guardar allí la Regla espiritualmente, deban y puedan recurrir a sus Ministros. Contiénense también seis amonestaciones: r."', que los Ministros visiten a sus súbditos, y con humildad y caridad los amonesten y corrijan; 2.a, que se re– cuerden los súbditos de que por Dios renunciaron a su propi¡¡, voluntad; 3.a, que los Ministros reciban, caritativa y benignamente a los religiosos que a ellos recurran para la mejor observancia de la Regla; 4.a, que los frailes se guarden de toda soberbia, vanaglo– ria, envidia, avaricia, cuidado y solicitud de este mun– do, de la detracción y murmuración; 5.a, que los que no saben letras no se cuiden de aprenderlas; 6."', que sobre todas li:is cosas debemos desear tener el espíri– tu del Señor y su santa operación, orar siempre a El con puro· corazón, tener humildad y paciencia en la persecución y enfermedad, y amar a los que nos per– siguen, reprenden y acusan.