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- 214 - ritu del Señor y su santa operación, orar siempre a EL>> Este consejo se dirige a los Hermanos Leg<)S (1), y de ninguna manera puede dirigirse a los c-lérigos, porque el oficio de la predicadón, a que están desti– nados, exige imperiosamente los estudios (2). Sin embargo, clérigos y legos hemos de amar el espíritu del Señor, o la santa oración, mucho más que a todas las otras cosas, porque en los ministerios y ocupaciones mucho más hace quien confía en Dios que quien confía en sus propios esfuerzos. 3.º-Práctica de las virtudes. 342. Recomiéndanos el Seráfico Padre en e1 tercer consejo la práctica de todas las virtudes; pero princi– palmente de la humildad, como fundamento que es de las otras ; de la paciencia, absolutamente necesaria pa– ra llevar con mérito las contrariedades y privaciones de que nuestra vida está llena. Nos recomienda tam– bién de modo especial el amor a los enemigos, puesto que éste es el distintivo que separa a los seguidores de Cristo de los seguidores del mundo. Aborrezcamos la iniquidad, pero amemos a las personas y pidamos por ellas para que Dios las toque en el corazón y se conviertan. «Deben desear tener· humildad y paciencia en la persecuci6n y enfermedad, y amar a los pue nos persiguen, y reprenden, y acusan; porque dice el Se– ñor: Amad a vuestros enemigos, y rogad por los que os persiguen y calumnian. Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.» (1) San Buenaventum, cap. X de la Regla, a quien siguen la inmensa mayoría de los expositores. ( 2) Const. Exiit, art. 1 1 r.--Constituciones Martinianas, cap. X