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,--- 202 - la Regla sí por derecho natural y por precepto ecle– siástico 1(1) obliga a los Superiores la visita de sus súbditos, porque muy natural es, y muy justo y obli– gado que los padres visiten a sus hijos, y los pastores a sus ovejas. Objeto_ de la visita can6nica. 317. ,El objeto de la Visita es el conocer las nece– sidades espirituales y aun corporáles de los religio– sos : Por lo tanto, el Visitador tiene grave obligación de examinar si la Comunidad cumple con exactitud todo lo comprendido bajo el nombre de observancia re– gular y si los fraiÍes están debidamente atendidos y cuanto se refiere al culto divino, para ver si todo está conforme con las leyes eclesiásticas : Debe enterarse del estado económico del convento y del material de celdas, oficinas, etc., etc. Es muy importante para el feliz resultado de la Vi– sita canónica que el Visitador se concrete a indagar y corregir tan sólo los defectos que envuelvan cierta gravedad, pues, de lo contrario, o pierde el tiempo, o, en lugar de mejorar lo defectuoso, lo pone peor por– que se exaspera a los religiosos (2). Lo que ha de manifestarse. 318. Como se supone que los Visitadores no están debidamente informados sobre el estado de las Comu– nidades que visitan, es evidente que quieran y deban informarse, y que los visitados deban también infor– marle de los graves descuidos o transgresiones de la re– gular observancia. En todas nuestras manifestaciones han de brillar siempre la verdad y la caridad, porque es una iniquidad monstruosa denigrar a nuestro her- (I) C. 511.-Constít., n. 218. (2) Cfr. Bulsano, n. 477, 3.º-Manual Seráfico, n. 356.