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CAPÍTULO IX 'D~ los predicadores 297. Supuesto que en la Regla hay un capítulo es– pecial dedicado a la predicación, síguese en buena ló– gica, dice San Buenaventura (r), que, en virtud de nuestra profesión, estamos obligados a este nobilísi– mo ejercicio de anunciar la r,alabra de Dios. Para abarcar, pues, todo lo referente a este punto de l,1 predicación, trataremos en tres diversos artícu– los: r.º De los predicadores. 2.º De los confesores; y 3. º De los estudios como medio imprescindible para ser buenos predicadores y buenos confesores. ARTICULO r.º DE LOS PREDICADORES r.º Licencia de los Ordinarios. 2.º Aprobación por nuestro Padre General. 3.º Consejos del SE:'rafico Pa– dre San Francisco. r.º-Licencia de los Ordinarios. TEXTO : «Los frailes no prediquen en el obispado de algún Obispo cuando Por él les fuere contradicho.i¡ 298. Para predicar al pueblo bástanos, según nues– tra Regla, que no se opongan los señores Obispos; ( r) San Buenaventura, cap. IX de la Regla.