BCCCAP00000000000000000000611
Hase de notar que el voto, para que sea válido, tie. ne que ser liibre, secreto, cierto ,(no dado con ambigüe– dad, por ejemplo, al que tenga más votos), absoluto y determinado a una sola persona concreta. por ejem– plo, al Padre Ticio de San Esteban, pues sería nulo si, habiendo más de un Padre Ticio con voz pasiva, se diera al Padre Ticio sin especificar el pueblo. Na– die puede válidamente votarse a sí mismo (r). Si antes de la elección se pusieron algunas condi– ciones al voto, se consideran como no puestas (C. 169, párrafo 2. º). Cuando, con las papeletas de la elección, por in– advertencia se quemaren también las tablas del escru– tinio, no se puede hacer un nuevo escrutinio, pues se– ría inválido, sino que es preciso atenerse al testimonio de los escrutadores (2). 3.º-AcePtac,i6n de la eiecci6n. 288. El Derecho (C. 175) concede a los elegidos ocho días de término para contestar si aceptan o no aceptan la elección hecha ; pasados estos ocho días sin contestar pierden todo derecho. ,En conformidad con las normas de la Sagrada Con– gregación de Religiosos, puede el Capítulo exigir al que renuncia que exponga las razones en que se fun– da para renunciar : Si, después de bien pesadas estas razones, el !Capítulo las juzga insuficientes, puede obligar al elegido a que acepte (3). Al nuevo Provincial elegido no pueden obligarle los Definidores a que acepte ; pero sí lo pueden el Padre General y el Capítulo aún congregado (4). (1) C. 169, 170. (2) Orden. n. 171, § 2.º (3) Cfr. Buls., n. 426. (4) Orden. n. 198.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz