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·- 14 - lo a la legislación eclesiástica vigente ; y mani– festar lo cierto corno cierto, y lo probable como solamente probable para no formar conciencias erróneas) porque ta,n indigno de la verdad me pa– rece y tan denigrante para la nobleza del alma humana el aprisionarla entre los témpanos de hielo de un laxismo reproba,ble como o•sfixiarla en los temibles arenales de un rigorismo incons– ciente. Notarás que en mi excursión he procnrado acompañarme muy bien porque siempre fué pren– da de acierto la compafíía de los b1{¡enos : Si algo) pues, aceptable hatllares en estas páginas) a los consejos y lecciones de mis a,migos lo debes ; pero, si lo qite vas a leer te de8agrada) atribúyelo a mi cortedad e impericia, que no han sabido non tal abundanc-ia de exqui8itos manjares preparar algo más apetitoso y deleitable a tu. gu,sto. Verás también, por m,uy poco qite en ello repare8) que mi oficio apenas ha sido otro que el de espi,r¡ador) y que e8pigo ca8i siempre dentro de nuestra here– dad, o sea <};entro de la Orden Capuchina: Más te digo yo (porque no lo sabrías si no te lo dije– s-e)) y e8 que a 8abiendas he obrado así, y que a 8abiendas no he querido muchas veces salir de mi qt{;erida Provincia de Castilla, porque en la ferti– lidad del terreno y en la exuberancia de la vege– tación nuestra heredad nada tiene que envidiar a la más rica y más preciada <};e la Iglesia. Termino haciendo mías la8 palabras de nuestro Rvdo. Padre Leandro de Murcia en la riedicación de su Exposición de la Regla• a la 8anta Provincia de Castilla : «Ofrezco humildemente esta Empo– >>sición a la misma Provincia y a cada• -11no de sus >>santos hijo8 para que, si hallaren algo de su ser– >>Vicio y provecho) que es lo que principalmente, >>fitera de la. gloria de Dios nnestro Heñor, he »pretendido en ella; afoben a su Majestad por