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108 - El trabajo. r6I. Es opinión común de los teólogos que del ayuno eclesiástico, y por consiguiente también del re– gular, excusa todo trabajo incompatible con el ayuno, aun cuando tal trabajo no fuese necesario-; a menos que se emprendiese ((in fraudem le gis>>, pues entonces de ninguna manera excusa el trabajo. Es de notar que nuestros Hermanos Legos no están excusados del ayuno por sólo los trabajos ordinarios de la Comunidad ; pero sí lo están por los trabajos ex– traordinarios, muy pesados y continuados durante gran parte del día : Lo mismo exactamente debe de– cirse de los sacerdotes que se dedican a trabajos espi– rituales; aun cuando en ninguno de los dos casos es fácil dar una norma general, po-rque, para apreciarlo, es preciso tener en cuenta la cantidad de trabajo y la cualidad o condiciones de la persona (r) Viajes. 162. Ciertamente que los viajes emprendidos por obediencia pueden excusar del ayuno ; pero no es me– nos cierto que no se puede establecer una regla gene– ral, porque también aquí es necesario tener en cuen– ta muchas circunstancias de personas, clima, vías de comunicación, etc., etc. : Aun los más rigurosos expo– sitores convienen en que, por ejemplo, un viaje de cinco leguas hecho a pie, excusa del ayuno, como también el que se hace en coche, si ha de durar todo o casi todo el día. Lo más acertado, así en este caso como en los pre– cedentes, es obrar siempre con dependencia de los Su– periores, quienes justipreciarán la necesidad, debien– do dispensar en caso de duda (2). (r) Orden. n. 76. (2) Cfr. Bulsano, n. 184, 186.

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