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CAPÍTULO vrn J rabajos mara, 1 illosos del P. Fregenal, v nn de nuestras misiones en Sierra Leona v Guinea. C uando salieron de Africa los Padres Va al reino Basilio Y· 'feodoro quedaron allí los de Bahumes. . •. . · Padres Antomo de Arnate Ignamo de Ca- narias y Eusebio de Granada con su pre– fecto, P. Pablo Jerónimo de Fregenal. De los trabajos apostólicos de los tres pri– meros nada sabembs en particular; pefo del último escribe el P. Anguiano que se en,caminó á la población de Caricuri, perteneciente al mino de Bahumes ó Ba– fiones, la que estaba gobernada por un hijo del Rey difunto, llamado Bezama, al cual se creía que en la próxima elec– ción le harían Rey. Desearon los padres precedentes ganarle para Dios, por lo mucho que importab~ para ganará otros; pero estuvo notablemente rebelde hasta que Dios se lo concedió á dicho Padre Fregenal. Catequizole, y después le bvu– tizó solemnemente, llamándole en el bau– tismo Francisco Bezzama. Redújose tam– bién entonces toda su familia que cons– taba de muchos hijos y esclavos; y á su O . t 1 ejemplo hicieron lo mismo cuantos gen·- onv1er e a ·¡ , l bl . 6 ray Bezzama tl es tenia a pO aCl ll . En concluyendo con estos bautismos

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