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porque, aunque todos eran muy pqbres, Trabajo de oomo queda dicho, sin embargo, de los PP. aquello"que cada uno podía tener, nada faltaba á los padres para la sustenta - ción, y ellos mismos se lo quitaban de la boca, para que á ellos no les faltare. Los padres deseosos de recompensarles la so– licitud y cuidado que se. tomaban por ellos, trabajaban con más empeño y di– ligencia en la instrucción eapiritual de los mismos: todos los días les enseñaban la doctrina cristiana, los oían con gusto y paci(;\ncia en el tribunal de la peni • tencia, y las enseñaban el modo de exa– minar la conciencia, para conocer los pecados que habían cometido. Todos los días celebraban el santo sacrificio de la Misa, á los cnales ninguno faltaba, á no ser que estuviera impedido por alguna grave necesidad; y obrando de este mo: do todos los días se veían muchas almas libres de la esclavitud del demonio, por– que rompieron la:;; cadenas de la ver– güenza con que el enemigo las tenúJ. aprisionadas para que no confesasen sus pecados. (Id. 65.) Mas nuestro mortal enemigo, querien - do impedir el fervor y devoción de aquellas gentes, no dejaba rabioso u.e po nerles asechanzas y de inutilizar los tra– bajos de los padres, aunque frecuente– mente la trama y el engaño caía sobre el mismo que la urdía, como acaeció en e . 6 . este caso. Cierta mujer que había per- aso edr 1can ·a 1 d d . d te. manec1; o ese ava el ernomo cerca e veinte años, "porque callaba algunos