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- 64- gase el tiempo de restituirse á la pro– Encargos que vincia, solicitasen traerse los huesos así llevaron. del M. R. P. Fr. Serafín como del sier– . vo de Dios P. Fr. Antonio de Jimena, · por ser uno y otro varones ejemplarísi mos y dignos del mayor aprecio. Em- barcáror:se" pues, dichos PP. y llegaron los dos.con felicidad al Río de Gambia, donde snpiHon no solo que había falle– cido en Cacheo el M. R. P. Fr. Serafín casi al mismo tiempo que había escrito , la carta á N. M. R. P. Provincia!,en el año de 1G5,7, á fines del mes de Mayo, sino que Dios había querido ejecutoriar la virtud y santidad de su siervo con un (!Stupendo milagro, según diremos luego ni rderir la muerte del Padre Serafín. (P. Cord. Cad. 113 y 114). Como este V. P. tomó el hábito en la provinci2. de Castilla, no hemos podido averiguar nada refereute á su juventud, profesión, etc; pero, si el ar bol se conoce por su fruto, bien podemos conjeturar que el V. P. Serafíu fué un religioso per– fecto y de singulares prendas, pues lo vemos elevado al primer puesto en la santa Provincia de Castilla, que contaba entonces con varones muy eminentes en ciencia y en virtud. Cná1 sería la de este santo é ilustre varón, podemos colegirlo de su celo por la salvación de las almas y de su afán por dar á conocer a Cristo entre los infieles; pues, apenas dejó de Vida del Pa- ser Provincial en Castilla, se pasó á la dre Serafín. Provincia Bética, sólo por irá las misio~ · nes de Guinea, como en su lugar dijimos.