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-- 58 - ·' muchos y graves accidentes que lo afli · Muere a 11 í gieron y t:QOlestaron, gastó seis afios santamente. nuestro P. Antonio en aquellas regiones. Al cabo de ellos se vió acometido· de la· malignidad de una fiebre que le llevó :d sepulcro, hallándose ·en Cacheo, donde después de haber recibido los santos Sa– cramentos, descansó en el Señor, causan– do en todos, así católicos como infieles, universal sentimiento; si bien los católi– cos lo contemplaban coB el concepto que piadosamente formaron, (en vista de las heróicas virtudes que en sus obras res– plandecitron,) de que está en el empíreo su alma coronada de premios. La muerte de este varón Venerable se anotó f'D la tabla de, la Provincia el Hfio 1654; pero él falleció el 1652, á los 52 de su edad, pues nació á principios del sigl0 XVII. ([d. 105). . Lo que antecede es del P. Córdoba en la Crónica de Cádiz N. 0 105; pero el Pa– dre Mateo de Anguiano dice, no sé con qllé fundamento,hablan<lo de Sierra Leo– na, que l_e cogió la muerte al V. P. Anto– nio de Jimena «en Ja aldea de Guida, y fué genNal el sentimiento de todos los pueb,los que cultivó para Dios y de las al– mas que convirtió. Venerábanlo todos como varón apostólico de vida ejempla– rísima, y así despuPs de muerto procura– ron á podía recojer las pobres alhajillas Noticias <le del difunto y ias guardaron por reliquias. su muerte. Después de su fallecimiento ó porque él mismo lo pidió antes de morir, ó porque los fieles quisieron tener su cadáver en