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- 46 - cuando les llegó el refuerzo prometido, Van allá ohosPUes, nuestro P. Córdoba, tanto en su mistoneros. Brevis notitia (N.º 56), como en la cróni– ca de Oádiz (N. 0 104 al 111), dice y re– pite muchas veces que nuestro P. Pro– vincial Fr. FUlgencio de Granada, con aprobación del Nuncio de SS. en Espa– ña, á quien la Sacra Congregación había remitido facultad de nombrar nuevos misioneros, envió en la primera ocasión á Guinea una segunda expedición, com– puesta de los padres Agiistín de Ronda, Antonio de Arriate, José de Málaga, Ju,an de Peralta y otros, cuyos nombres .· no .dice el P. Córdoba. Y como dicho P. Provincial Fr. Fulgencio de Granada falleció el 27 de ~oviembre de 1648, es indudable que la_ mencionada expedición Ralió de aqu,í antes de esa fecha, proba– blemente en 1647. Además, como el pa– ,lre Córdoba, escribía teniendo delante <le su's oios los l1:bros de decretos Provin– ciales, y demás documentos del archivo de las crónicas, no hay motivo para du · dar de la certeza y realidad de sus· afir-. maciones; y sí lo 'hay para dudar de lo que sin tanto c0nocimiento de causa afirma él P. Anguiano, hablando del mismo asunto. Dicf, pues, este P. en la Vida y virtudes de El Capitchino español, al principio del capítulo X del libro III, lo que sigue: «Habiendo llegado á Es– pafia algunas de Ja,, muchas cartas que F ,h d escribió el sa,lto P. l< 7 r. :;;erafín de León, ec a e esa . . expedición. pidiendo socorro de compañeros que le ayudasen en su misión ele ;3ierra Leona,