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.á más. de esto quiso poner censuras pú- blicas para todo lo dicho, y le entregó el Fe~hu.rías de auto de .eilas á un notario suyo para un can.ónigo. que las notificase, .el cua.1 era. un 'portu- gués honríldo, muy temeroso de I)ios, ·quien conociendo la pasión del Canóni- go y el, dañó que podía resultar de ello, no quiso notificarlas. Viendo tos vec.inos de Arrecife tal 11itropellamiento sacaron !acara por los misioneros, y le dijeron al Canónigo que tratasinle no' molestar. á los. PP.; de qµienes tantos beneficios espirituales habían .recibido; y que los dejase gozar del que el Sumo Pontífic(él les había hecho, como Padre común,' e~vi:índos:elos pa/a el remedio de sus almas, por saber cúán desamparados vivían, pues ni un sacerdote les habían dado jamás para ,que cuidase de sus almas, por .. cuya ca.usa morían ordina– riamente . siú sacramentos, v muchos sin el del bautismo. Por últimó, viendo que el pue~lo le apretaba cQn tan.fuer– tes razones,. y que le hah,laban con .toda resolnc.ión, temi6 algún tnriiu.lto y se volvió á Cacheo. Desde/allí le escribió, al capítulo Sede Vacante de Cabo Ve,tde dando noticia de lo que le había pasado en Arrecife; con cqyo in,forme creció más la erh1.1laci6n contra los Padres .y el ansia de ~rrojarlos de todas. aquellas tierra.B y 'reinos de Gentiles confinantes con las,suyml. Entonces ''tuvieron los m¡sioneros no- • 1 ' ticias de la prisión de su .'P. Prefecto y Sus efectos; ' . • . 1 de que se hallaba en Lisboa encarcela, .