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' \ ,r,,,$-,:S.,S:-~S:-~:S:-S:-S:-S:-:S:-~'--' ,iealum:nfas y sinies,tros .iiaformes, sustra- · 'yéadolos de naes 1 ti-a jµrisdicción y. obli• L.a ma,lditt ,gándon0s á entregados al Orfünario, ,ai,v;ai:dcie.. - ' <lon grave dafií.o cl~ la eonversi.ón de los indios,,y del adelanto me las misiones,' y ,contra la voluntad y piadoso d.íiu del rey (q. D. g~) sin tjtie hayan logrado jamás nuestros detractores el. ,:f.ii.n seeu11d:ar-io que ellos propalaban:, de que los indios serían más jtiles cle esa suel'te á fa }'.eal ,corona.; pues de todos los pueblos indios, que en distintos tiempos hemos resigna- , do, y pues,tó bajo de la mano y gobier-. in:o cle los seil)íores Obispos y iGoberna- ·dores, ponieúdo curas Clérigos que los administren; no se h.allará siquiera uno ,solo hasta ahora que haya' siqo de utili~ <lád alguna á la Real. Corona, ni que ha- ya contribuid0 c9n tributo alguno á Su Majestad,; antes sí, han gravado su Real Jffacienda, rnieutras qu~ los enemigos de los misioneros se han eBr!i.quecido con 1las propiedades y .ganados usurpados ,arteramente á l,a misi:ón y á los pobres audios; siendo lo peor de todo y lo más sensible que muchos de esos pueblecitos ,entregadús á la jurisdieeión orfünaria han desaparecidoya, porque al verse los indios triibutarios y, maltratados, to- , maban vengan1,1;a cuand.q podían y luego se marchaban á los montes á vivir en ,su primitiva libertad y salva~ismo. Por estas razones cuantos Obispos, y Gobernadores generales han visitado de- 8 .•.. t' ., • 1 • • • • ns ,~rts es temdamente nuestras m1s1ones, han ,que- efec.tos, dado tan edifieadoe y satisfoc,hos de