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,...:.- 235 - los mismos misioneros suplicaron al rey que aboliera esa órdenación, como lo :hi-súplica de 10,s zo á 22 de Septieni bre de 1689 en cédula misioneros. real fechada eu Madrid y djrigidt1 al Pa- dre Prefecto, decretando que en adelan- te 1:,e solicite la redución de los indios, así gentiles, como apóstatas, vof medio úni- camente de los Religiosos _de las Misiones, con la blandura y suavidad que,conviene, para que sea- l~ palabra Evangélica, la que los sujete y recobre, &-. Algunos años después prevaleció la opinión contraria, y entonces el Rey volvió á ordenhr que los Misioneros fue– ran á reducir á los indios escoltados p 1 or españoles de' los pueblos más cercanos. ,« Y para qUe á estos se remunere la cos– ta y el trabajo que han de tener en estas entradas, (dice Ja reat'cédula) he resuelto que los referidos . indios rebeldes, após– tatas y fugitivoa de dichas misiones que sacasen (de los bósques) sirvan á los ve– cinos de los pueblos de San Sebastián de los Reyes 1 y Gmmf!guare y á. los de la Villa_ de San Carlos de Au1:,tria, por tiem– po de diez años, tres días en la semana; con calidad que los c,inco primeros años los mantengan, vistan y sustenten de todo; y los curen en sus enfermedades; 1, 1 y en los otros cinco últimos les paguen su jornal y trabajo, según y en la forma que se estilare en dicha Provincia, para que con esto sean remunerados de su . trabaJ· o los dichos vecinos, y los indios üt d ~ t l 1 . . d ro ec. e o. ogren a convemencra •, e ser sustenta- . real. dos, y de ir aprendiendo nuestra policía ·