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- 206 "- por lo cual, el Padre, viéndose solo, se Lo matan en !eV8lÜÓ y marchó á la Iglesia para rogar la Iglesia. á Dios por ellos y ofrecerle su vida por la salvación de aquellas almas. Apenas había entrado en el templo, cuando vi nieron tumultuados aquellos sacrílegos brutos, armados con hachas, lanzas y machetes, y, entrando en la Iglesia, corno crueles tigres se. abalanzaron al varón de Dios, qué estaba puesto de rodillas, pidiendo al Sefíor por aquellos miserables, y muy en breve le quitaron la vida. Fué su dichosisima muerte el día 14 de Mayo de 1666, logrando en este día lo que siempre había deseado. esto es, dar su vida por Aquel que por él y por todos había dado la suya en la cruz. El P. Anguiano cuenta la muerte de nuestro venemble P. Plácido de Be– licena de otra manera muy distinta, y dice que fué el 30 de Mayo; pero nos• otros, por las causas dichas anterior– mente, seguimos al P. Oór:doba. Viendo ya difunto al Padre, determi– naron vol verse al monte y llevarse con– sigo el cadáver y arrojarlo al río para que no pareciese. Así lo ejecutaron, lle vándose arrastrando al venerable difun– to; pero por disposición Divina, luego . que llegó al monte, se hizo el cadáver tan pesado, que no bastó la industria ni la fuerza para moverlo; de lo que ate• marizados aquellos intleles, huyeron con sus mujeres é hijos y se au':lentaron del An·astran el 't' . d .. , d l a· d l b cadáver Sl 10, eJan O O en me 10 e aque OS- que. Pasados tres días, llegó el Domingo

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