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; CAPITULO XI Murillo v los Capuchinos.-t~iografia del primero: su troto. con los segun– dos: su doble v larga estancia en el convento de Capucl,inos de Sevilla. L. as íntimas relaciones de. Murillo con los, pp. Capuqhinos y la estrecha RazÓ'! de este amistad que coli ellos tu,vo hasta su txabaJo. muerte, son hechos. h.istóricos. que nin- gún biógrafo del insigne artista ha ven- .tilado 8xprofeso'y de propósito, hasta el día de hoy. Los más tratan este punto incidentalmente y como de. pasada, ha– biendo alguno, (el Sefíor Tubino,,para que otro n~ pierda,) (1) que con ligereza imperdonable llama leyend'as del vulgo á la estancia de Murillo en el convento · eapuchino de Sevílla, sin reparar que en toda leyenda tradicional hay algo de verdad, y ese algo es lo. que debe.buscar el historiador 'para ponerlo en claro y rectificar lo que tienen de exagerado las tradiciones populares. Esto nos movió á estudiar el asunto Qné lo hamo– detenidall).ente, adquiriendo en ese es- tivado. tudio la evidencia de que el celebérrimo (1) Murillo.--Su época.-;Su vida.-Sus' cuadroe, pág. 99.

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