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- 87 - ron ocho religio@s, tres Padres y cinco hermanos, asistiendo á los enfermos; se Se recrnclece llamaron los legos Fr. Ambrosio de Lle- la epidemia, rnna, Fr. Esteba::1 de Alfaro, Fr. Pedro · de Ecija, Fr. Carlos de Granada y Fray Luis de Vélez; y los PP. Ambrosio de Autequera, Juan de Oartagena y José de Santá Olaya. Andújar fué muy castigada de la pes– te aquel mismo afio; los capuchinos se dedicaron tarnbién allí á la asistencia de los enfermos, y Bn tan caritativo ejer~i– cio contrajeron la epidemia y murieron/ los PP. Alonso dB Jaén y Pedro de Gra– nada, el corista Fr. Buenaventura de Oo– rella, y el herma.::io Fr. Miguel de Mála– ga. En Málaga murieron d,el mismo mal los PP., Pedro de Cabra y José de Motril; en Marcb,ena el P. Tomás de Lis- . boa, en Alcalá e~ P. Francisco de Lina– res, en Cabra el hermano ·Fr. Pablo do Villa vega, en Mámora el P. Salvador de Narila, y en G_:'anada, el P. Luís de Ugíjar. Muchos de esbs religiosos fuaron in– signes en virtud. según indica la tabla de los difuntos; y suponemos que, ten– drían escritas SUé vidas, de fas cuales na– da sabemos, rnerJed á la vandálica des· trucción de los urchivos conventuales. \)tro tanto debenos · decir de los religio– sos que 'murieren el siguiente afio de 1681 que fueror.. éstos: En Málaga, el henna:no Fr. Basilio do Nuvarray el Pa- dre Antonio de Sau Vieeule: eü Sevilla, l\'1/ts muoTt,os. los hermanos Fr José <iel Castillo, Félix