BCCCAP00000000000000000000608

- 8! - de Iznajar, Corista, Padre Félix de Am– Religiosos beres, P. Antonio de Granada, Fr. Her- 1~~- murie- menegildo de Sevilla, Fr. Buenaventura de Guadix, Fr. Isidoro de Jaén, Padre Frnncisco de Granuda, P. Jerónimo de Bernedo, Fr. Jerónimo de Ronda, y Fray Juan de Jaén, Cuando el contagio entró en Granada arreglaron el Hospital Real para que lle– vasen á él los apestados; y la ciudad en– cargó así la administración del Hospital como el cuidado y aseo de los enfermos á los Capuchinos. Estos pusieron aUí re ligiosos, no solo para el ali vio espiritual de los enfermos, sino también para que vigilasen en sus asistencias temporales. De esto último estaba encargado un reli– gioso lego de mucha expedición que en ~ peste en el siglo había sido capitán de caballería anada. en los reales ejércitos, el cual desempefí6 su comisión muy á satisfacción de to– da la ciudad, y con haber andado tan en medio del fuego, no_ le tocó el contagio, pues vivió algunos afíos después. En cambio murieron ocho religiosos, la ma– yor parte en el Hospital, sirviendo á los apeatados. Estos fueron el P. Carlos Ma– ría de Cádiz, el H. Fr. Baltaaar de Gua– dix, el P. Fr. José de Navarra, el Padre Fr. Albert'.> de Granada, Fr. Fralicisco rle Burgos, el P. Serafín de Granada, el H.° Fr. Juan de Bilbao, y Fr. Antonio de Villanueva, legos. Eu Sanlúcar, d<mde la peste fué más. Id. en sanlú- benigna, fallecieron sirviendo á los apes– car. tados, los PP. Fr. Francisco de Escace-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz