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- 69 religión: lo veneraban con singular afec- to. También lo premió el Señor, conce- s u foma a e diéndole la gracia. p.e hacer milagros y sant,tlnd. 1 el espíritu de profecía, en cuya confir– mación referiremps los do~ casos que siguen. (Cron. de Gran. 402.) Asistiendo el siervo de Dios á la, . fábrica de uuestro convento de Marche– IH\, sqeedió que un oficial de albañiler-ía casó desde lo má<J · alto de la obra al , suelo; acudieron todos pronto á ver: si á ' lo menos pódia recibir el Santo Oleo, y hallaron que aún vivía; pero con una congestión cer.ebral que lo tenía á las puertas de la rnuerte. Quedaron los re– ligiosc's sumamente quebrantados con tan funesta desgracia, y más que todos lo es'taba el siervo de Dios, quien al verlo ca.si moribundo, d.ió providencia que con todo cuidado .lo llevasen á una celda, mientra~ el volvía. Ejecu~óse así; y él se entró en el qratorio, donde con' gran fervor le pidió á su majestad usase , de sus misericordias con aquel pobre, que se haU.aba en tanto ·peligro.· Hecha esta oración, se fné nuestro Venerable á la celda del moribpnd~ que de repente se había sentado sobre la cama, dicien– do se hallaba bueno por milagro, y qu.e' quería volver á su trabajo, como en efecto lo ejecutó inuy luego, atribuyen– do á milagro que Dios obró por los mé– ritos de su siervo, la instantánea recu- . peración de su salud, y las fuerzas para • . . b .. Id ) . Srrs m1Ja,g1os. tra aJat'. ( . 404·. , Dei espíritu profético de N. V. Padre