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58 Orden de Santiago, que era á la sazón Tumulto en Corregidor, al grito de viva el Rey de Granada. España, y muera el mal gobierno! Con– jurada la mayor parte de la plebe, para matarlo, y hacer corregidor á su deseo, fueron armados á casa de dicho caballe– ro, el cual, avisado á tiempo, huyó de ella y se escondió. Buscáronlo en la ca– sa toda; y como no lo hallaron, se fue– ron en tropel á la Real Ohanci![ería, á pedirle al Sr. Presidente, que lo era D. Juan de Carvajal, les proveyese de remedio. Era este caballero prudentísi– mo, y conociendo el pe:igro en que toda la ciudad se hallaba, les empefió su pa– labra de que lo ejecutaría con toda prontitud. Algo se apadguó el tumulto, · más no por eso dejaron de discurrir ar– mados por toda la Ciudad con estruen - do y alboroto, tratando de nombrar ellos nuevo Corregidor. Para este cargo pusieron sus ojos en un caballero de los más principales de Granada llamado D. Luis de Paz, sujeto de ejemplarísima vida, y lo aclamaron por su Corregidor. Este varón prudente y virtuoso, cono– ciendo el peligro en que aquella gente lo!ronía, procuró escusarse con razones convincentes y ofertas que les hizo de su parte; pero no pudo contenerlos, porque al ver ellos que se excusaba, lo tomaron en hombros, lo llevaron á la Chancillería y lo presentaron al señor Presidente pa- . . raque lo confirmara por Corregidor, co· Persiguen de f 1 · é b d muerte al Co B'.JO en e ecto O eJ0CUt) en nom re e 'rregidor. S. M. prometiéndoles que daría parte al