BCCCAP00000000000000000000608

chinos, y aunque ninguno de ell9sJo co- nocía ni lo había visto, tampoco ignora- Asombr~ que ba. sus elevadas prendas, pues la. fama causó. · había divulgado lo heróico de sus virtu- des, y _lo profundo de su sabiduríai por lo cual el M. R. P. Provincial de los Mí- nimos. y los RR. que lo acompafiaban, fueron presurosos al pesebre, quedanao todos llenos de asombro al ver tan hu- milde y pobre al que comúnmente ven,e- raban por oráculo de santidad, apelli- dánd,oles unos, apóstol de Granada, y otros apóstol de Andalucía. Cuando siendo J;>rovincial, .llegaba de visita á algún convento, admitía agra– deeido y cariiloso aquella caridad yaga– sajo común coi1 que por tres .días se , asiste. entto nosotros á todo religioso ca– minante; pero luego que éstos se cum– plian, n.o permitía se le ministrase cosa alguna particular en la mesa, y así co,– l'.ll}ía con los demás lo que á la Comuni– dad se daba. Asistía puntual á todos los actos de Comunidad, y tampoco admitía otro lecho para descansar el breve rato que de la. noche doririia, sino las des– m1das tablas. (Id. 396.) Luego que acabó el primer provincia– lato se retiró de Granada, donde ocurrió un lance que prueba la profunua hu– mild¡ld y ardentísima carid,ad de nues– tl'O V. Padre. En el afio de 1648, fué tanta _la escasez de pan, que. oprimidos del' hambre los vecinos de aquella Ciu- ot 1 . dad, se amotina.ron contra _don lfrancjs- ro, anee, co de Arévalo y Suazo, caballero del

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz