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Su santa 1nuerte. 48 - en la muerte imitará N. S. P. S. Fran– cisco, que quiso morir en el desnudo suelo. Dieron aviso á la comunidad, que vino prontamente, y todos con lágrimas de ternura, decían que el cadáver daba testimonio de la gloria que gozaba ya el alma feliz, que le había informado. Y así quedó viva la memoria de este reli– gioso ,en la Provincia, y su fama común de santida,d duró por mucho tiempo. -(Cron. de Gran. 383.) CAPÍTULO VI · Vida de N. v. P. 13ernardino de Granada. A ún no se habían enjugado las lá– grimas que la falta de Fr. Melchor• arrancó á los ojos de los que como á Maestr'.) co11surriado en la ciencia del espíritu lo veneraban, cuando tuvieron nuevo motivo para derramarlas, con la muerte de N. P. Fr. Bernardino de Gra– nada, que :fallecib en el mismo convento. Fué este apostólico varón natural de la nobilísima Ciudad de Granada, de padres muy virtuosos, que se llamaron Juan Delgado y Mariana Díai de la Puerta. Cuentan que, hallándose ésta embarazada, llegó un pobre desconoci– do á la puerta de su casa á pedir una Su pat~ia Y)imosna. l)iósela D. Juan, y luego que SUS padres. 1 'b' 1 d' h ·1a· . 1 a rec1 1ó e 1ó urrn es graCias por a caridad que había usado con el, y le