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deliberaron establecer una vida tan su- perior en lo natural á sus juveniles fuer- Sus ejercicios zas, que pudiera haber rendido á Ia na- .de piedad. turaleza más robusta, si el qu~ es Orrmi- pot.ente é .infinitamente sabio no les hu- biera asistido con especial providencia, atEJndiendo al fin con .que ciegamente obraban. ·Todos los días visitaban á los Ejnfermos de los hospitales, y se ejercita- ban en limpiarle los. vasos inmundos, y en hacerles.,las camas, consolando á los que se hallaban más afligidos, y soco- rriéndolos con cuanto podían en sus né• ' cesidades, lo que ejecutaban con tan fer-· vorosa caridad que, en viéndolos entrar en. las salas los enfermós, recibían tanto alivio, como si entraran dos ángeles. Las otras horas primeras de la mafiana las empleaban en asistir á las Iglesias, oir misas, y tener tiempo determinado de oración, sacando de ella el fervor con que Luego se ejercitaban en obras de ca- ridad y en ejercicios espirituales. La. no- che la gastaban parte en rezsr el santí- simo rosario y otras devocionés; parte ~n meditar la~ verdades eternas, sacando, de aquellas conversaciones cuanto n,ece- sitaban, para mortificar sus pasiones, y nuevos fervores para continuar el cami 0 • no, qué habían empezado. El tiempo .que concedían á 1 sus cuerpos para el des" canso en la noche ero muy preciso; y las mas veces les' servía de cama el duro sue- · lo. Estableciero;:i también, los días en ., . , , ] , ·¡ Su santa v1.· que habrnn de confesar y comu gar; o da. · cual ejecutaban con tanta temma y de-

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