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- 375 - lo de Compañías espirituales, sefiala .á cada una dos protectores eclesiásticos y como se pro– otro secular, dispóoele Diputados, y fi. 11ag,iron. nalrilente les aa otras ordenaciones dis- cretísimas, Este fervor de Fr. Pablo en introdu– cir el santísimo rosario, no se estrechó dentro de los límites de Oádiz, difundió– se también á lo extenso de todo su obispado, y con su direcéiói:l y ayuda se fundaron en la ciudad de Gibraltar cuatro; en Tarifa dos; en Medina-Sido.' nia cinco; en la villa de Cbiclarra cuatro; en Oonil dos; en Veger tres; en Paterna uno; en Puerto Real dos; en la Isla de León dos; en Castellur uno; en Jimena dos; en Alcalá de' ltls Ganzules tres; ·que componen treinta y uno entre todos. El motivo con que se principiilba el rosario ó rosarios, que en cada lugar del Obispado se fundaban, era ternísimo; porque, habiendo Fr. Pablo con sus ser– mones enfervorizado la geute, habién- · <lose declarado_ los que quedar. ser her– manos ó soldados valerosos de aquella espiritual Compafiía, se señal~ba la no– che que había de principiarse, y las ca– lles por donde había de pasar, pidiendo á los vecinos de ellas que &domasen con luces sus ventanas; y á los que ha– bían de asistir al rosario que trajesen velas, ó farolés, según la posibilidad de cada uno. Llegaba la . noche- señalada, que era la última de la misión, se J·unta- R . . ' , . osar10,s por ba todo el pueblo en la Iglesia poníase las calles.. con el pendón de nuestra Señora Fray