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-- 373 imán que atrae.' al corazón más de hie- ~ro, p'ara atraer los' corazones de los La inculcaba hombres á l.a devoción de esta gran se, á todos. 'fi.ora les proponia lo mucho que esta devoción les interssa ba. En las con v.ersa ciones que tenía, así con los religiosos como con los seglares, siempre tocaba esta utilísima devoción, procurando ar– tificiosamente atrael' á todos a: culto de la que tanto amaba; y al modo que el qm: toca las flores contrae algo de su fragante olor; así los que co,n él conver• saban, siempre eacaban algo de esta de- vóción, arraigándose en algunos tan de veras, qi.:e por él fueron singularísimos devotos de María Santísima. Cuando fino,lizada la misión de.l Puer– to, se volvió Fr . .Pablo á Cádiz, intentó establecer en esJa ciudad el público cul– to de María. Nó l:;tabía salido todavía ~ la calle en nuestra Andalucía, con pen– dón determinado para eso el Rosario de la divina Emperatriz: y Fr, Pablo, para que esta ,Soberana Sefi.ora fuese públi• cam'ente venerada,· discurrió esta e)('ten– sión del culto, ideando que sería muy del agrado de eu Majestad que por las calles y plazas públicas sus angélicas s.a– lutaciones ácoros se entonasen, llevando su regia imágen en un estandarte her· rrroso, acompañado de vistos:ísimos faro– les. Consultó esta materia con el ilustrí– simo Sr. Obispo, y obtenida la licencia, y paternal bendición, <lió principio á ' 1 ..• estos reverentes cultos el día siete de ~f R~:;;i~'. 6 n Febrero del año de 1691. :Hizó un rico ·