BCCCAP00000000000000000000608

- 316 - en el año del noviciado. Deseoso de ad• s,rnoviciado. quirir virtudes, miraba con atención álos ancianos, para seguirlos: atendía á los mancebos, para imitarlos: observaba á los jóvenes, para aprender de ellos; y á to– dos se ponía por dechado, y de esta suer– te con edificación y aceptación común de aquella familia, habiendo cumplido el afio de noviciado, profesó con gran jú– bilo de su alma, y consuelo de su espí– ritu en manos del P. Buenaventura de Ocaña, guardián que era entonces de aquel convento, el día veinticinco de Ju– nio del año de mil seiscientos setenta y siete. Profesó, como se ha dicho, é inme– diatamente. lo pusieron a:l estudio de la Filosofía, palestra, donde aúi;i los más recogidos suelen algún tanto dejar des• cansar las armas de la virtud, por ejerci– tar las de las letras. Pero no así Fr. Pablo, porque, aunque debajo de la bandera Ji. teraria alistado se hallaba, no por eso omitió las armas de las virrndes especial– mente las de la caridad. Estudiaba, co– mo estudiaban todos; pero asistía á los enfermos, como ninguno los asistían. Las ocupaciones de la ciencia no li:i embara– zaban las obras de caridad; antes sí, es– tas con aquellas tanto se daban las ma- . nos, que parecía· que estudiaba en las obras de caridad, 6 que ejercía éstas cuando estúdiapa. Sin faltará las obliga– ciones de la una, se ocupaba en los ejer~ cicios de la otra; de tal modo, que no se Sll prof'esión. distinguía, si la caridad en él. era estudio ó el estudio era caridad. Visitaba muy

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz